Pintura en aerosol para altas temperaturas. Recomendada para proteger superficies metálicas, expuestas a temperaturas de hasta 350°C. La superficie a pintar no debe tener exposición directa a la llama, ni a alimentos. Proporciona un acabado uniforme y homogéneo, con mayor resistencia, cobertura y rápido secado. Se aplica directamente
sin necesidad de bases o anticorrosivos.